jueves, 28 de febrero de 2013

BLAH.

No me gustan las personas, o somos muy iguales y por eso las repelo o soy una completa desequilibrada. Los días los vivo en una capsula que cambia de color y nada puede tocarme. Pero tampoco puedo sentir muchas cosas de allá afuera. Por eso es que no hago otra cosa mas que comer y dormir. Las personas están hechas un completo revoltijo, son el eco de un bebe vomitando a chorro, son excremento en mi zapato. No quiero que nadie me toque, no quiero que me ayuden a construirme o vengan con sus ideales torpes a destruirme, sólo quiero quedarme aquí.
Se que siempre digo nada, pero hablo mucho para no escucharlos, no soporto ver como mastican con la boca abierta o se les resbala la grasa por toda la cara. No soporto ver los dientes mazudos por la mañana o la peste de sus axilas. Me dan asco los abrazos en verano y las ganas estúpidas de llamar la atención. ¡Hey miren todos lo que acabo de comer! ¿Ya vieron en donde estoy en este momento? ¡Miren lo que acabo de comprar! ¡Soy todo un alcohólico! ¿Ya vieron lo rebelde que puedo ser? ¿Soy cool?
Tuerzo la boca y pienso que su vida debe estar bien cagada. Jamás expondría mis porquerías con tanta emoción, si con eso solamente obtengo tener un lugar entre tanta basura. Espero que la gente no sea así de patética para toda la vida, porque ya no se cuanto mas voy a soportar. ¿Ya viste que hay mejores cosas en el mundo que tu insípido interés por presumirle a la gente lo grandioso que eres?
Las cosas están jodidas, tal vez mas que antes y mas que nunca. Espero que lo anterior solo sea una blasfemia.

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