miércoles, 27 de febrero de 2013

Te amo

Luego la gente a uno le enseña que el final debe ser doloroso, que hay tristeza embadurnada en el aire pegajoso y que los mocos son la cereza de cualquier adiós. Y entro al tema, porque curiosamente me ha venido dando vueltas esta palabra en mi cabeza "Final" ¿Es que siempre debe uno pensar en la nada? Yo no la anhelo, por eso no me gustan los finales, pero tampoco invento palabras para sopesar la pena, como muchos otros: "nuevo comienzo" por citar el ejemplo mas concurrido.
Yo no pienso en los finales, ni creo que se transformen cuando existen, ni creo que merezcan llamarse de otra manera, darle un sinónimo es quitarle realismo.
Tal vez, la gente tiene muy poca imaginación para verlos. Posiblemente así sea. Porque te digo que a uno siempre le enseñan que un buen final es aquel en el que sales chillando como queriéndote morir. No como un final en el que uno fija las ganas hacia otra parte. Digo, nada mas para que sepas que cuando te vayas todavía voy a poder reír. Y no voy a creer lo contrario, ya lo vimos juntos en alguna película una vez: "A ella le impresionaba lo lento que crecía su cabello y lo rápido que podía cortarlo". Como los instantes que uno comparte, tan casuales, tan místicos, como eso del destino, como chasquear los dedos entre una canción y descubrir que has mejorado el ritmo. Pero el final es como verse al espejo mutilado y creerlo, eso es. Saberte que entre todo eso, aun sigues siendo por la mañana ese dedito en el acta de nacimiento del hospital. No olvidarte de tu nombre pase lo que pase, ni de donde eres, ni quien te ama. Sobre todo lo ultimo 
Yo no pienso en los finales, ni creo que se transformen cuando existen, ni creo que merezcan llamarse de otra manera, darle un sinónimo es quitarle realismo.Tal vez, la gente tiene muy poca imaginación para verlos. Posiblemente así sea. Porque te digo que a uno siempre le enseñan que un buen final es aquel en el que sales chillando como queriéndote morir. No como un final en el que uno fija las ganas hacia otra parte. Digo, nada mas para que sepas que cuando te vayas todavía voy a poder reír. Y no voy a creer lo contrario, ya lo vimos juntos en alguna película una vez: "A ella le impresionaba lo lento que crecía su cabello y lo rápido que podía cortarlo". Como los instantes que uno comparte, tan casuales, tan místicos, como eso del destino, como chasquear los dedos entre una canción y descubrir que has mejorado el ritmo. Pero el final es como verse al espejo mutilado y creerlo, eso es. Saberte que entre todo eso, aun sigues siendo por la mañana ese dedito en el acta de nacimiento del hospital. No olvidarte de tu nombre pase lo que pase, ni de donde eres, ni quien te ama. Sobre todo lo ultimo 
Yo no pienso en los finales, ni creo que se transformen cuando existen, ni creo que merezcan llamarse de otra manera, darle un sinónimo es quitarle realismo.Tal vez, la gente tiene muy poca imaginación para verlos. Posiblemente así sea. Porque te digo que a uno siempre le enseñan que un buen final es aquel en el que sales chillando como queriéndote morir. No como un final en el que uno fija las ganas hacia otra parte. Digo, nada mas para que sepas que cuando te vayas todavía voy a poder reír. Y no voy a creer lo contrario, ya lo vimos juntos en alguna película una vez: "A ella le impresionaba lo lento que crecía su cabello y lo rápido que podía cortarlo". Como los instantes que uno comparte, tan casuales, tan místicos, como eso del destino, como chasquear los dedos entre una canción y descubrir que has mejorado el ritmo. Pero el final es como verse al espejo mutilado y creerlo, eso es. Saberte que entre todo eso, aun sigues siendo por la mañana ese dedito en el acta de nacimiento del hospital. No olvidarte de tu nombre pase lo que pase, ni de donde eres, ni quien te ama. Sobre todo lo ultimo .


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